jueves, 3 de noviembre de 2011

Una salida

Esto es lo que ayer soñé que pasaría, pero nunca pensé que realmente sería, y ahora que es me doy cuenta que no debería... Casi perfecto... parece irreal, entre lo agrio y lo dulce, la combinación apropiada pero aun así misteriosamente fastidioso, como una gota que no deja de caer. Yazgo en un submundo en el que la luz no ilumina y no hay oscuridad en las sombras... nada es y todo parece ser lo que pensás pero en realidad descubrís que no, siempre es algo más. Bebiendo un trago que no me sacia y no acaba, y siempre vuelve a mi mano sin importar lo que haga. En mi pupila la imagen de un pensamiento colgando y al instante lo suelto en un grito, pero nadie va a oír... es mi submundo, y estoy atrapada en esta historieta.

Como volver a la sociedad después de esta sobrestadía? sabiendo que rompí un pacto propio, no poder mirar a la gente porque en sus ojos me vería a mi misma. Se lo que padezco y me turba...

Es una constante histeria no estar al corriente del destino, estoy parada en la cumbre con los ojos bien abiertos y la mirada en lo alto, pero todo es un eclipse, no puedo ver más allá de mí.

Ya no distingo el bien del mal, algo me corrompe y me ciega, ya no estoy sobre mis propios pies.

Y sigo corriendo tras mi deseo... todavía tengo el coraje, aunque no el control, ya no importan las consecuencias, florecerá una mala hierba o una bella flor, todas las semillas son iguales a la vista... con el tiempo se ven los cambios, pero se debe elegir, sino todo sería simplemente factible.

No puedo decir que así es la vida, quién sabe qué es la vida?

Por un momento todo parece tan banal... Ojalá lo fuera.

Mi burbuja se desvanece como si el viento la hubiese llevado contra una espina malhechora, y caigo... solo caigo, en un cosmos de ideas, y una de esas ideas se convierte en un pálpito, y la moneda gira y gira... hasta caer de un tercer lado.

Y todo sigue su curso

...como si siempre hubiese estado ahí, la salida, enfrente de mí.

Era tan simple, q era imposible de advertirlo, casi invisible; solo encajaba como la pieza faltante de un rompecabezas, la pieza más bella.

Es tan raro ver que até los cabos sueltos, una tranquilidad anormal... ya no más.

Acá sigo, esto es lo que nunca soñé que pasaría, ni pensé que sería, y ahora que lo veo me doy cuenta que concuerda por completo... Es la simple perfección, tan real... que parece imposible, la tranquilidad de saber que tenés lo que necesitás y lo guardas en secreto...

para no perder el encanto.